El trueque o cómo ser autosustentable
Escrito por Carolina el lunes, 21 de diciembre de 2009 a las 11:55 pm
No cabe ninguna duda que la crisis actual ha puesto de manifiesto más que una falta de recursos, un mal reparto de los mismos. Un mal reparto del que nunca nos hemos hecho responsables mientras eran siempre los mismos países los que ostentaban los umbrales de pobreza.
Hoy, sin embargo la “pobreza” nos ha llegado a todos. La crisis, producto de la falta de valores y la especulación ha derivado en altísimas tasas de desempleo que se producen motivadas por sistemas productivos basados en bienes y servicios ineficaces y sin ninguna duda, nada sustentables y, añadido al desempleo, el endeudamiento, híper endeudamiento a través del cual se pone de manifiesto una necesidad de revisar la estrategia vital y comenzar a cambiar algunos hábitos arraigados con un único objetivo; sobrevivir.
La falta de recursos económicos ha derivado en una multiplicación exponencial de las personas que no tienen ni tan siquiera los medios necesarios para satisfacer sus necesidades más básicas.
En un contexto como el actual conviene tener muy claro que, no solo la sociedades y economías en crisis, sino el planeta en su conjunto se enfrenta a dos problemas estructurales fundamentales, por un lado el tan traído y llevado cambio climático y la falta de consenso entre las sociedades, producto nuevamente de la ambición desmedida y las ansias de poder superlativas y, por el otro la falta de empleo.
Las sociedades en crisis, no cuentan con modelos productivos capaces de genera riqueza y, es precisamente éste, el punto en el que la supervivencia se pone de manifiesto en un contexto extraño.
Si, ciertamente resulta extraño que con el nivel de tecnología alcanzado, hombres, mujeres y niños, se enfrenten a una época en la que el trueque se convierte – de nuevo- en la única salida.
En cada esquina, plaza, calle, incluso en cada red social o quizá como clave del éxito de las redes sociales, el trueque nos sitúa nuevamente ante un escenario en el que la confianza, el intercambio y la capacidad de aportar lo que se tiene en pos de lo que falta, son una necesidad vital para estas sociedades siglo XXI o sociedades 2.0 que hemos venido construyendo durante los años de la “Belle Epoque”.
El trueque tan antiguo como la vida
Un invento cuya antigüedad data de la época en la que se descubría la rueda y cuya razón se centra en la necesidad del ser humano de satisfacer sus necesidades más básicas. Un invento que se vivía en los mercados, donde hombres y mujeres intercambiaban artículos para cazar y útiles para labrar la tierra o elaborar construcciones.
Históricamente el trueque ha vivido siempre sus momentos de mayor esplendor en ciclos de crisis económica, específicamente en escenarios de hiperinflación, donde el valor del dinero alcanza su cota más baja. La razón de este auge atiende a sus ventajas fundamentales.
- Permite adquirir productos o intercambiar servicios sin que medie flujo monetario
- Permite mantener los niveles de liquidez
- Mejora la productividad
- Reduce la acumulación de productos en stock
- Amplia las redes sociales
Estas ventajas que, sin duda, son aplicables también al entorno empresarial, se encuentran enfrentadas con los hándicap a los que se enfrenta el trueque para funcionar de forma fluida. No podemos olvidar que hoy, la falta de confianza es uno de los ejes fundamentales de la crisis económico-existencial que se vive en las sociedades, y el trueque es en sí mismo, confianza.
Es quizá la confianza uno de los parámetros que debieran incluirse en las estadísticas de medición del bienestar de una sociedad, hoy el trueque y, únicamente motivado por la crisis global, acapara más del 40% del comercio de todo el mundo.
Las personas se organizan y surgen pequeños conglomerados en los que la recuperación de la confianza y la subsistencia, son la clave para el éxito de la vuelta del trueque a nuestras vidas.
Pero, no sólo se circunscribe al ámbito social, como agrupaciones de personas, sino que en el ámbito empresarial, el trueque se ha transformado en la única alternativa para mantener el negocio vigente y poder mantener la actividad aún en tiempos de pérdida constante de tejido empresarial.
Hoy, en lugares como España, las personas intercambian un lugar para dormir a cambio de realizar actividades como buscar plaza en un colegio para los niños o realizar la compra en el supermercado.
Financiera, económica y socialmente, el trueque vuelve a regir en muchos lugares del mundo como la única alternativa para sobrevivir.
En Rusia por ejemplo, el trueque llega a las fábricas e industrias a punto de cerrar, donde los empleados han optado por entregar vehículos a cambio de material para continuar con la producción y vestimenta adecuada para los trabajadores.
Y, aunque cueste creerlo, cada vez son más las sociedades que se suman esta nueva forma de relación social aportando gracias a la expansión y masificación del trueque, una variedad más amplia de transacciones que tienen como fin la supervivencia de las sociedades.
Transformamos los mercados en plataformas y las puntas de flecha para cazar en redes sociales, hicimos del trueque un asunto 2.0 en un entorno tecnológico y una vez más, la red y su magnitud, su apertura, su globalización, están permitiendo la eliminación de las fronteras, la sustitución de los órdenes sociales y económicos que han resultado obsoletos y la supervivencia basada en el intercambio de bienes y servicios, adquiriendo un alto grado de auto sustento, clave de la supervivencia.
Ropa, objetos, alimentos, formación, viviendas y hasta, un lugar donde dormir y una actividad que permita mantener la mente activa, ocupada y, por lo tanto, sana, todo es intercambiable.
El trueque vuelve a surgir como el ave fénix de sus cenizas para poner de manifiesto que aún tenemos una asignatura por cumplir… aprender a sobrevivir, incluso sin dinero.
Facebook, twitter, sindinero.org, son algunos ejemplos de cómo el trueque se transforma en parte de nuestras vidas y como poco a poco y alentado por la red, sienta las bases para lo que sin duda alguna, será el nuevo modelo económico.
Sin dinero, sólo servicios, bienes intercambiables, confianza entre personas, solidaridad bien entendida y, poco a poco, tolerancia real y reparto eficiente de recursos.
Valores nuevamente… un largo camino por recorrer que ha sido la economía la encargada de poner de manifiesto.
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Categoria: trueque
Clasificado en: crisis trueque, intercambiar objetos mundo, paises trueque
Comentario de Mónica
Realizado el viernes, 8 de enero del 2010 a las 5:01 pm
Como me alegro de que exista ya algo tan montado referente al trueque!, ya que llevo tiempo ideando y pensando al respecto. Lo que me gustaria saber es si existe lo que yo llamaria el trueque de actividad. Lo que voy leyendo se refiere tan solo al trueque material.
Comentario de José Manuel
Realizado el viernes, 8 de enero del 2010 a las 5:15 pm
Hola M
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