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En abril de 1986 uno de los reactores nucleares de la central de Chernobyl saltaba por los aires. La irrompible cúpula del reactor se reventaba en mil pedazos.

Las razones de que esto pasara se pueden resumir en unas pocas palabras:

La URSS en constante competencia con EEUU quería conseguir una energía mucho más barata que le diera ventaja competitiva respecto a su enemigo.

Para ello probaron un nuevo sistema de obtener energía nuclear. Hecho con prisas y sin ninguna seguridad especial. Trataron de hacer girar el núcleo de la central más lento y con la mínima energía. A la 1:21 de la madrugada los ingenieros empezaron a oir explosiones en el núcleo, tuvieron la oportunidad de parar el proceso pero siguieron adelante. A la 1:23 los ruidos eran mucho más fuertes y trataron de enfriar el nucleo pero fue imposible las barras de grafito del interior se habían deformado y no bajaron hasta el agua.

Lo primero en ocurrir fue una fuga de gas xenón que inundó el centro de control. Lo siguiente una gigantesca explosión que iluminó Chernobyl en plena noche.

El desprecio del comunismo sovietico a la vida humana se hizo patente en la decisión de investigar sin garantias. Este tipo de comunismo podría resumirse en todo para el pueblo por el pueblo pero sin el pueblo, curioso. Pero hubo mucho más:

Una vez la explosión se había producido había que enterrar la central nuclear. Para ello se lanzaron sacos de tierra desde helicopteros. También se envió a muchas personas a una muerte segura:

Los bomberos que intentaban apagar un fuego inapagable. La radiación atraviesa los metales por lo que los tejidos humanos eran atravesados y descompuestas las estructurales moleculares.

Los liquidadores: Enviaron al tejado de la central a personas para recoger los escombros. Murieron todos. La mayoría personal del ejército. Muchos de ellos sabían que esa era su última misión. Otros no tenían ni idea, solo sabían que les habían prometido un sueldo de unos 6 meses de trabajo.

Los gatos. Llamaban así a los encargados de medir las radiaciones en las instalaciones de la central. Detectaron hasta 50.000 rohens (500 son suficientes para matar a una persona). Y lo normal era ver nubes de 10.000 rohens en las zonas de trabajo. La mayoría de ellos murieron.

Los ciudadanos de Chernobyl, no fueron evacuados, ni nadie les dijo nada hasta varios días después.

Europa. La nube radioactiva disparada al cielo recorrió Europa pasando por encima de España. Durante los días posteriores, en Barcelona, médicos detectaron en la orina de personas contenidos radioactivos.

Pocos estudios importantes se han escrito sobre este incidente a pesar de su gravedad. Para mi el punto más grave reside en la raíz de todo esto: La competencia entre naciones, sostenida en sentimientos identitarios, nacionalismos y xenofobias. Esta competencia provoca guerras por recursos naturales o a veces hasta por estupideces, la competencia también crea sistemas económicos que tratan de ahogar a naciones “débiles” y finalmente, como en el caso de Chernobyl, esa competencia crea el mayor desprecio por las vidas de sus ciudadanos.

¿Nos uniremos alguna vez en una única nación mundial que sea gobernada justamente? Eso acabaría con muchos de los problemas que hoy tenemos.

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