Alternativas al Capitalismo: La Renta de los Iguales
Escrito por Juan el sábado, 13 de junio de 2009 a las 8:54 am
photo credit: Daquella manera
Comenzamos la serie de artículos sobre las ideas básicas que encontramos en internet para crear alternativas al capitalismo. Hoy empezaremos con la propuesta de Julio F. Iglesias.
En su trabajo, “La Renta básica de los Iguales“, Julio plantea la necesidad de cambio del sistema.
Toma como inicio de su propuesta las ideas de B. Russell. Quien recomienda cuatro puntos necesarios para la reconstrucción social:
Que el nuevo sistema asegure:
1) el máximo de bienestar material;
2) una distribución justa;
3) unas condiciones de vida adecuadas a la población; y
4) los mayores estímulos y libertades posibles para la vitalidad y el progreso.
Este autor criticaba al capitalismo como sistema despilfarrador e injusto.
Ahora, ¿cómo conseguirlo? él propone la herramienta de la RBI (Renta Básica de los Iguales).
¿Qué son las RBI?
“La Renta Básica de los iguales (RBI), decimos que es el derecho que tiene cada ciudadano, cada ciudadana, por el hecho de nacer, a percibir una cantidad periódica para cubrir sus necesidades materiales. La RBis ha de ser:
- individual (no familiar).
- universal (no contributiva y para todos).
- incondicional (independiente del nivel de ingresos y del mercado de trabajo).
- la cuantía ha de ser por lo menos igual al umbral de pobreza y recibir cada persona la misma cantidad.
- una parte de la RBis se percibirá en mano y la otra en forma de bienes de uso colectivo.
- la mayoría de las prestaciones sociales actuales sujetas a control y gasto burocrático quedarán reinvertidas en la RBis.”.
Ejemplificando, el Estado (como ente benefactor de la sociedad que es) debería asignar una cuota a cada persona que exista en el territorio para cubrir sus necesidades básicas. ¿De donde obtendría el dinero? De los impuestos que deberían ser más altos para aquellas personas con un mayor poder patrimonial, haciendo una redistribución de la renta justa.
¿Imposible de hacer? Julio demostró que puede ser llevado con éxito a la práctica.
Esta es una de las alternativas que más me han gustado, por su eficiencia y solidez en la argumentación, pero le encuentro un “supuesto indirecto” difícil de conseguir:
*La sociedad debe estar dispuesta a un cambio cultural y avanzar de forma tal, en ese cambio, a fin de lograr una progresión social.
Que quiero decir con esto, que la sociedad debería tener cierta capacidad cultural, para no relajarse en los aportes básicos que le daría el Estado, y “sobre vivir” de ello, sino que debería utilizar su tiempo en cosas productivas, que ayuden a la sociedad en su conjunto, para un progreso total.
De no ocurrir esta premisa, estaría ocurriendo lo mismo que en los países como Argentina, donde las personas con bajos recursos, cuentan con “programas asistenciales”, llamados planes sociales, no contributivas, para cubrir aspectos básicos; y que se han relajado en esos planes sociales, en vez de seguir buscando realizar tareas que beneficien a la sociedad, incluidos ellos mismos. Es decir si no hay un cambio cultural – social, las acciones que se tomen, serían casi inútiles, para terminar cayendo en el “clientelismo del poder estatal”, que no es otra cosa que una herramienta más que tiene el capitalismo para momentos de crisis.