Seseña, la cara amarga del urbanismo
Escrito por David el martes, 9 de junio de 2009 a las 8:00 am
La macro-urbanización o micro-ciudad construida en un secarral de Seseña y conocida popularmente como Pocerolandia o Manhattan de la Mancha es el ejemplo perfecto para explicar un modelo de urbanismo insostenible, se mire por donde se mire, ya sea desde la óptica social, económica, política, ambiental…
Las 13508 casas que en un principio se proyectaron pretendían multiplicar por cinco la población de Seseña. Los escasos 36 km que separan a este pueblo toledano del área metropolitana de Madrid lo convertía en un lugar idílico para montar otra ciudad dormitorio más. La ciudad difusa está concebida en estas lógicas, las cuales es necesario abandonar para volver a la ciudad compacta.
De esta manera, este lugar serviría para todas esas personas que no pueden costearse un nivel de vida de “clase media” en los límites de la capital. Cuestión que tiene miga, porque este fenómeno de expulsión de las clases dominadas se debe en parte a la explosión urbanística y su aparato de corruptela. Cosas del progreso.
El proyecto ha quedado a la mitad. Se han construido 5092 viviendas, de las cuales 3000 llegaron a manos particulares (inversores en la mayoría de casos) y el resto están ahora en la cartera de los bancos. Es decir, la operación se ha consumado, ya que se han vendido todos los pisos. No obstante, El Pocero, que es un hombre de palabra, espera volver cuando acabe la crisis, para acabar su obra. Para no perder el tiempo, debido a las “trabas” políticas y administrativas, ha decidido irse a rehacer Guinea Ecuatorial, país que no le pondrá tantos impedimentos democráticos. El próximo premio de cooperación al desarrollo ya tiene candidato estrella.
Mientras, Seseña, ha quedado en una ciudad fantasma, apenas hay censadas unas 750 personas. La ausencia de actividad socio-económica se traduce en un modelo de dependencia casi total del transporte privado, porque para todo, hay que utilizarlo, desde comprar harina hasta ir al trabajo. Un gasto energético devastador. Un proyecto que no tiene ni pies ni cabeza, construido al margen de la demanda, las infraestructuras, y los puestos de trabajo.
Seseña es el peor ejemplo del modelo de modernidad extasiado por la sociedad de consumo. Hiperproducción de objetos inservibles en muchos casos, esperando con una fe ciega e irracional que sean vendidos gracias a la publicidad o vaya usted a saber qué.
Por último, les recomiendo el reciente documental HOME, que retrata a personalidades tan ilustres como El Pocero y toda la caterva de corruptos o inútiles que aprueban cosas como éstas
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