Contaminación en las ciudades: más riesgos de infarto
Escrito por Maria el martes, 16 de febrero de 2010 a las 11:00 pm
Las ciudades nunca han sido el mejor espacio para vivir, ni en la antigüedad, ni en la Edad Media ni hoy en día. Tienen sus enormes ventajas, nadie lo discute, pero hay una realidad y es que la calidad de vida no es la mejor y que con el correr de los años vivir en una ciudad se ha vuelto cada vez menos saludable.
Ciudades poco saludables
Causas hay muchas: no hay tantos espacios verdes, el aire está contaminado, el tránsito invade las calles y sus ruidos penetran las casas y como consecuencia la gente se contagia de ese frenesí alterando su carácter y su salud. Por eso es que, de un tiempo a esta parte, han proliferado en varias ciudades del mundo barrios periféricos o barrios cerrados que intentan, con mayor o menor éxito y problemas, acercar a las personas a la naturaleza.
Pero esta opción no evita que las ciudades continúen creciendo y así hay más edificios, menos plazas, más calles, más autopistas, más ruidos, más estrés, mayor tensión y, por si fuera poco, la población respira los gases tóxicos que emanan de los tubos de escape de los coches, camiones y autobuses.
Estadísticas
Con respecto a la contaminación, la OMS ha dicho que una atmósfera más o menos saludable debe mantener en 40 microgramos por m3 los niveles de partículas en suspensión pero, solo como ejemplo, Los Ángeles, la ciudad de las carreteras, tiene entre 25 y 30 y, sorpresa, Barcelona entre 45 y 50.
De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de Barcelona, en asociación con la Universidad del Sur de California y un grupo de investigadores suizos, hay un claro peligro en el aire: la contaminación de la atmósfera tiene consecuencias directas sobre las venas y arterias.
Una de las posibles y más dramáticas es el riesgo de padecer un ACV (accidente cerebro vascular) o un infarto. Pues sí, los gases contaminantes que la industria emana a la atmósfera aceleran la ateroesclerosis, es decir el proceso que estrecha y endurece las venas.
El caso es que, según el estudio, en todas aquellas personas que viven cerca de una zona de mucho tránsito, carreteras o autopistas (a 100 metros), la placa interna de las arterias crece el doble de lo habitual, a razón de 5.5 milímetros por año. Preocupante, ya que hasta ahora se pensaba que solo el estrés de la vida moderna incidía en las enfermedades cardiovasculares que son la primera causa de muerte en occidente. Bueno, ahora sabemos que es el estrés y la contaminación atmosférica.
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