Corrían los años 60 cuando las investigaciones comenzaban a vislumbrar un hecho sorprendente que, gracias a la ciencia, hoy ha puesto de manifiesto una condición a través de la cual las células de la madre y del hijo pueden ser traspasadas de un organismo a otro durante el embarazo y ser mantenidas durante 20 años generando una posibilidad de tratamiento para enfermedades degenerativas y autoinmunes.
Un paso más en la evolución es el que se ha denominado microquimerismo fetal. En la mitología se contempló la existencia de un animal único que combinaba células de distintos animales, a esta especie única se la denominó… Quimera. El microquimerismo, adquiere su nombre de la presencia reducida de células huésped en un organismo completamente individual.
El poder de la naturaleza en su más pura esencia a través del fenómeno más complejo que se haya conocido, la simbiosis de dos vidas humanas durante nueve meses en los cuales se produce el intercambio de células. Un intercambio que permite la transmutación de las células pluripotenciales, en cualquier tipo de células que circulan y residen a pesar de la barrera hemoencefálica de la madre al hijo y viceversa.
El resultado de este reciente descubrimiento que aún está en sus primeras etapas de estudio, parece cubrir una doble vertiente:
- Por un lado, las células resultantes se pueden utilizar para curar enfermedades para las que, hasta el momento, no habían encontrado tratamiento
- Y, por el otro, se observan indicios de un efecto preventivo a través del cual, las células del futuro bebé que pasan a la madre, provocan un efecto regenerativo en el organismo de la madre
Se produce la recuperación y regeneración de los corazones de las madres con cardiopatías comprobando fehacientemente, en la totalidad de los casos, la presencia del cromosoma Y lo que claramente indica la presencia de células de un feto varón proveniente de un embarazo anterior que tuvo la madre.
En el microquimerismo coexisten células de diferente genética dentro de un organismo que no es el suyo, que no tiene el mismo ADN. Es quizá una de las expresiones más maravillosas de la naturaleza, el hijo guarda células de su madre y ella guarda células de su hijo. Estas células actúan, incluso, como micromecanismos de autocuración
El hígado, el riñón y el cerebro de las mujeres con daños previos, muestran signos de regeneración comprobándose la presencia de cromosomas masculinos provenientes de células del feto.
La magia es recíproca
Sin embargo y, aunque estas comprobaciones puedan resultar ya insólitas y únicas, los beneficios de esta retroalimentación de células entre la madre y el feto durante el embarazo, provocan regeneración de órganos cuyo daño genera enfermedades en los niños, como la diabetes infantil.
Los beneficios y las consecuencias
Los estudios deben continuar su avance ya que, en algunos casos, las células fetales traspasadas a la madre, han provocado mutaciones celulares cuyo resultado ha sido el diagnóstico de enfermedades autoinmunes en la madre.
Asimismo, durante el embarazo, un alto porcentaje de enfermedades como la preclampsia- subida de la presión arterial a niveles dañinos para el organismo- y la erupción polimórfica.
Los estudios comprobaron una célula fetal en la circulación sanguínea de la madre, más concretamente, en la proporción de 1 por 1.000, en las mujeres que presentaron preclampsia, siendo de 1 por 1 millón la proporción de las mujeres embarazadas que no presentan la enfermedad
Los estudios y sus avances
Se ha comprobado fehacientemente la existencia de células del feto en la madre en enfermedades como la arteria biliar, diabetes y enfermedades de la piel. Por su parte, los estudios han logrado concretar la presencia de células de la madre en el organismo de su hijo en el cáncer de mama, la diabetes y las insuficiencias tiroideas.
Los riesgos de la ciencia
No cabe ninguna duda que, este descubrimiento, fascinante, único e insólito, puede ser –tal y como en su día lo fue la clonación- un fenómeno terapéutico altamente positivo para el tratamiento de enfermedades crónicas pero, también, debe ser tratado con mucha precaución evitando la manipulación en cualquiera de sus formas de lo que hasta ahora se ha comportado libremente, como un fenómeno de la naturaleza.
Y… ahora
Como hecho más significativo, se considera que la persistencia de células fetales en el organismo de la madre podría prevenir el desarrollo del cáncer de mama.
Los estudios se concentran ahora en la viabilidad de las células de la madre o el feto para sobrevivir a través de la médula hasta el cerebro y su responsabilidad en el desarrollo cerebral. Estos estudios plantean preguntas fascinantes: ¿Qué papel juega la retroalimentación de células en el desarrollo del cerebro?
¿Podrían comprobarse resultados óptimos en los tratamientos de enfermedades neurológicas degenerativas? Y… qué hay de cierto en la creencia de que somos seres… con un único “yo físico”
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