Trabajar dos meses para vivir 4 años de ello
Escrito por Griselda el martes, 21 de septiembre de 2010 a las 9:58 am | Google+
Entramos en el análisis de un concepto muy interesante en la situación actual, hablamos de los hábitos de trabajo que existen en otras culturas y cómo se han dado durante la historía métodos de trabajo que optimizaban el tiempo dedicado a trabajar y el tiempo dedicado a vivir.
Pero ¿qué y cómo pueden las sociedades actuales situarse en un escenario en el que con poco trabajo se logre subsistir?… al fijarnos en las tribus indígenas nos podemos dar cuenta que, a mayor acercamiento a sistemas económicos basados en la subsistencia, mayor eficiencia en términos de producción y por lo tanto, mejor aprovechamiento de recursos entre los que destacamos el tiempo.
Entonces, ¿será cierto que las economías basadas en la subsistencia son más efectivas y sustentables para las sociedades?
Las tribus indígenas que habitaban en América del Sur vivían de la agricultura, la pesca y la caza, el terreno destinado al cultivo se utilizaba de forma eficiente durante casi una década, las sociedades se repartían en roles y eran los hombres los que se dedicaban a las tareas relacionadas con la subsistencia mientras las mujeres aportaban el método en el que se utilizaban los recursos.
¡Los indígenas trabajaban 2 meses cada 4 años! TheClinic.cl
Sin entrar en apologías de las diferencias sexuales en el terreno laboral, hay un hecho indiscutible; las economías basadas en la subsistencia contemplan las siguientes ventajas:
- Son más eficientes, la distancia trabajo-necesidad es más simple y estrecha
- No existen problemas de abuso de poder
- Optimizan el tiempo dedicado al trabajo
- Permiten reducir los tiempos de actividad laboral
- La cooperación es real en una sociedad de subsistencia
- Tienen más posibilidad de lograr trueques exitosos que las comunidades basadas en el valor del dinero
- Mantienen un equilibrio entre la generación de recursos y el aprovechamiento de los mismos
El talón de Aquiles del capitalismo es a su vez quien le sustenta en la cúspide. Una base enorme de gente que desea y está convencida que “hace pero no puede”; mientras planes de gobierno y ONGs zurcen los agujeros de un tejido que cada vez se pone más débil. Ahora, el capitalismo enfrenta un enemigo que no puede conquistar con pan y circo; un medio ambiente que ya no puede seguir tragando su basura; ahora es tiempo de cambios.
Entonces…¿por qué los seres humanos, que somos capaces de asociarnos en comunidades, satisfacer nuestras necesidades a través del intercambio, encontrar recursos para sobrevivir y construir, crear, inventar, innovar, etc.… no somos capaces de mantener dicho estado de equilibro perfecto no sólo para la raza humana, sino también para el planeta?
Por qué los seres humanos consideran que las altas tasas de desempleo, los 925 millones de personas que se mueren de hambre en el mundo, la profunda crisis económica y social que atraviesa el mundo de sur a norte, de este a oeste, no son sino una llamada de atención hacia donde focalizar la miseria actual por la que transitamos, en lugar de pensar que ese es el sistema que tiene que mantenerse porque aún es posible mantener la producción ineficaz, con el único objetivo de ganar más y más. La diferencia está quizá dada en lo que no se ve en las organizaciones indígenas, lo menos ambicioso de sus intereses de la mano de unos valores diferentes y un respeto a la madre naturaleza. En las comunidades indígenas no se encuentran las criminales diferencias sociales que padecemos los que vivimos en sociedades “capitalizadas”.
Un buen momento para pensar en los orígenes del capitalismo, culturas basadas en la acumulación de riqueza a costa de masas de gente necesitadas, quizá un poco de economía de subsistencia y respeto a la naturaleza sean los dos principios por los cuales venga, el necesario cambio que ponga la casa en orden ¿o es como soñar despiertos?