Mejorar tu salud reduciendo el estrés y la ansiedad es una buena idea. La forma típica de combatirlos una vez son tus compañeros es haciendo deporte para descargar la tensión. Pero también dispones de otra forma para reducirlos.
Se trata de la meditación, una serie de ejercicios mentales que mejoran la atención y la salud al conseguir efectos tranquilizadores sobre el organismo.
Que no se asuste nadie, la meditación se ha popularizado por religiones orientales pero simplemente son ejercicios mentales.
Uno puede practicarla independientemente de la religión que profese, si es ateo, etc.
Sus principales beneficios son mejora de la concentración, menor preocupación por las cosas pequeñas, mejor salud y mayor conocimiento de uno mismo.
Sí, todo está muy bien, pero quizás diréis que no tenéis tiempo para practicarla. Bueno, 15 minutos pueden sacarse de cualquier sitio, levantarse antes, ver menos televisión, etc. Es cuestión de voluntad para encontrar esos 15 minutos al día.
Al principio puede ser un pequeño esfuerzo pero luego se convierte en una actividad placentera.
Para meditar se puede hacer en cualquier sitio pero lo ideal es tener la espalda recta y estar sentado o también en la posición típica del loto…
Para empezar puedes probar a meditar 5 minutos al día y luego cada semana ir aumentando un minuto el tiempo hasta los 15 o los 30 minutos.
Unos primeros ejercicios pueden ser centrar la atención en un problema que tengas o en algo que te interese y estar los 5 minutos pensando en ello. Verás sorprendido como saltas a otras cosas sin relación y dejarás el tema que tenías en mente. Cuando eso pase vuelve al tema principal y trata de no salirte de el.
Un siguiente ejercicio es mirar un objeto (por ejemplo un lápiz). Puedes mirarlo fijamente y tratar pensar cosas sobre él. Más adelante pasarás tu tiempo de meditación observándolo y repasándolo pero sin pensar con palabras sus cualidades. Puede ser complicado de entender pero probadlo y lo entenderéis.
Cada ejercicio que comento supone un nivel de dificultad añadido. El siguiente peldaño sería concentrarse en tu respiración. Contar hasta cuatro respiraciones y volver a empezar. Mientras cuentas no debes pensar en nada, solo sentir tus respiraciones y volver a contar hasta cuatro, si puede ser sin ni tan siquiera pensar en los números que estas contando.
Por último cuando estés preparado prueba a meditar con la mente vacia. Sin permitir que ningún pensamiento entre en ella. Y cuando uno entre dejarlo fluir fuera.
Parece fácil pero no lo es.
Quizás alguien dirá que esto es perder el tiempo pero a medio y largo plazo los beneficios son muy importantes. Y para los que todo lo miden en productividad, destinar esos 15 / 30 minutos al día les ayudará a hacer las cosas de forma más eficiente en su día a día.
Si encontraste interesante lo que leíste, puedes
subscribirte al blog con un lector de feeds o recibir los nuevos artículos
en tu mail. También puedes subscribirte a una de las categorías concretas del blog clicando sobre la imagen naranja que hay junto a cada una de ellas. Gracias por la visita!.