¿A donde fue el dinero de la bolsa? O el timo del inversor pequeño
Escrito por José Manuel el lunes, 17 de noviembre de 2008 a las 8:14 am
Para entender lo que ocurre imaginad primero este ejemplo: tenéis una casa que os vienen a tasar hoy y vale 180.000 euros. Mañana os la tasan desde otra compañía y os dicen que vale 150.000.
¿Os han robado 30.000 euros, los habéis perdido?
Ciertamente no. Seguís teniendo la casa y tendrá el valor que el mercado decida en un momento dado.
Lo mismo pasa en la bolsa. Tienes un título que dice que eres dueño de una acción. ¿Qué ha pasado estos últimos tiempos? Que la gente ha querido vender más que comprar esos títulos. Como mucha gente vendía cada vez ponían precios más bajos porque nadie las compraba y eso ha hecho que fueran bajando hasta hoy.
Las acciones han perdido valor pero los títulos siguen siendo los mismos.
Volvamos al ejemplo de los 30.000 euros. Si necesitas vender hoy dejarás de ganar 30.000 euros. ¿Pero que pasa si no necesitas vender? ¿Y que pasa si tienes tanto dinero que puedes comprar todas las casas del vecindario a precio de saldo? Pues que en unos días las casas subirán de precio por la repentina escasez y al venderlas vas a ganar mucho más dinero.
Esto es lo que pasa en la bolsa en estos días. Las acciones bajan, bajan hasta que de repente suben y luego vuelven a bajar. Los grandes grupos con dinero están haciendo su agosto.
Al comprar ellos masivamente (por cualquier rumor) suben los precios de las acciones, luego se unen los medianos inversores que les compran acciones a estos grupos esperando ganar dinero con esas acciones. Luego las acciones bajan por la crisis y el que se ha quedado con el dinero es el de siempre.
Luego los medianos inversores vuelven a vender a la baja temiendo quedarse sin nada y quien se las compra a precio de saldo? El amigo de siempre para seguir con el ciclo.
Resumiendo el dinero en bolsa ni se crea ni se destruye si eres millonario y puedes jugar con los tiempos. Simplemente se lo reciclas a los inversores pequeños para luego devolvérselo por mucho más y recomprárselo por mucho menos. Es parte de la fábula de los monos pero mejorada y más sofistificada.
Fuente Attac.