Una Sociedad Mejor
Escrito por Juan el miércoles, 22 de abril de 2009 a las 10:30 pm | Google+
John K. Galbrainth fue un economista destacado del siglo XX. El pertenecía a la corriente keynesiana, corriente que sostiene que el Estado debe intervenir el mercado con el fin de regularlo y así evitar grandes inequidades e injusticias.
El mantenía que una sociedad mejor, sólo sería posible con un Estado regulador, debido a que la economía moderna asigna riqueza y distribuye con gran desigualdad; de manera contraria a los intereses sociales y de forma perjudicial para la misma economía desde el punto de vista práctico.
En 1989 el 1% de las familias más ricas de Norteamérica era propietaria de casi el 40% de la riqueza de la nación. El 20% de la población con menos ingresos poseía el 5.7% y el 20% mejor retribuido el 55%. Esto no puede ser aceptado en una buena sociedad.
En este gráfico vemos como el 20% de la renta (2005) pertenece a solo 1% de la población de Estados Unidos, mientras que el 90% de la población solo tiene el 50% de la riqueza producida.
En este punto debemos plantearnos una cuestión importante: ¿merece el multimillonario seguir cosechando riqueza a base del resto de la sociedad? Es decir, ¿los gobiernos deben dejar que inequidades tan grandes como las que se viven en estos tiempos sigan existiendo? Tarde o temprano con esta política se llegaría a la premisa más destacada de Marx: llegará el día en que el proletariado se levante contra el rico, desposeyéndolo de sus riquezas para ser repartidas entre todos y tener una sociedad más equitativa.
Entonces ¿cuál es el proceder correcto? Si bien no es posible fijar una regla, si se pueden realizar normas correctivas que tiendan a eliminar las amplias desigualdades, normas como:
- Asistencia social a los más pobres, ya que de no ser así, muchas personas quedarían sin nada, aumentando la pobreza o dicho de otra forma destruyendo riqueza, la capacidad intelectual de cada persona es el activo más importante que pueda existir.
“EN EL PASADO, LAS FUENTES DE VENTAJAS COMPETITIVAS ERAN EL TRABAJO Y LOS RECURSOS NATURALES, DE AHORA EN ADELANTE, LA CLAVE PARA CONSTRUIR LA RIQUEZA DE LAS NACIONES ES EL CONOCIMIENTO”
Peter Drucker (1993)
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Limitar el mundo financiero, que es meramente especulativo y no productivo. Asegurar honradez a las transacciones financieras y limitar la simple especulación, tienen un útil efecto nivelador.
Suprimir privilegios fiscales y comerciales a empresas que se dedican a la especulación de negocios y no a producir bienes o prestar servicios reales. Así como a aquellas empresas con holgada solvencia y de beneficios extraordinarios.
Aplicar un impuesto realmente progresivo a la renta. Es el instrumento más eficaz con que cuenta el Estado para cumplir su fin de garantizar el bienestar social.
- El Gobierno como ente supremo de un país, debe promover la producción, que el capitalista obtenga una rentabilidad, pero que los ingresos sean equitativos entre quien dispone el dinero (capitalista) y quien dispone de la mano de obra y/o su capacidad intelectual (obrero o empleado), a su vez, debe recaudar un porcentaje que le permita redistribuir de forma correcta la renta producida por las industrias del país, obteniendo una igualdad social más progresista.
La sociedad y los dirigentes políticos deben entender que una distribución más equitativa de la renta debe ser un tema fundamental de la política económica, para conseguir una sociedad mejor. De otra forma, con una economía liberal sin límites caeríamos en la Ley del más Fuerte, una ley donde solo ganan unos pocos y perdemos casi todos.